Sobre una situación estructural de divergencia creciente de la productividad del trabajo entre las empresas pequeñas y las de mayor dimensión, se observó, entre octubre de 2023 y abril de 2024, una mejora significativa de la confianza empresarial (medida por el ICEPyME de FOP), que no necesariamente tracciona la propensión a invertir.
Si bien en el sector de software y servicios informáticos, el porcentaje de PYMES que consideran un buen momento para invertir asciende, en este período, del 17% al 41%, entre las PyME manufactureras esa proporción casi no ha sufrido variaciones.
Adicionalmente, consultadas en febrero de este año, respecto a la situación de proyectos de inversión frenados, las PyME mostraron la misma difusión que hace más de una década atrás. El 29% de las PyME manufactureras y el 19% de las PyME de software y servicios informáticos presentaban proyectos frenados para 2024.
Sucede que las motivaciones para invertir tienen una raíz más profunda y estructural, los factores que tienen mayor incidencia sobre la inversión productiva exceden a la coyuntura: acceso a financiamiento, presión fiscal, disponibilidad de recursos humanos con la adecuada calificación, estabilidad de las reglas de juego y de los precios de referencia, entre otros.
En efecto, en el mismo relevamiento de febrero, las PyME declararon la alta incertidumbre y los altos costos, junto con la dificultad para acceder a capital, como los principales motivos del freno a los proyectos de inversión.
Para más información puede descargar el Informe Especial: Ánimo inversor y proyectos frenados en las PyME. Situación actual y perspectivas
Inversión productiva, icepyme